¿ Confías o esperas?
Cada vez que nos encontramos en una situación de incertidumbre, nuestro patrón mental habitual es el del deseo de que la circunstancia cambie y que ésta nos sea favorable lo antes posible, por ello nos aferramos a un diálogo de apego donde el deseo, la expectativa y el esperar, se convierten en nuestro mantra cada mañana.
Solemos vivir esperando a que esa situación de incomodidad pase rápidamente y que cause el menor dolor posible, sin darnos cuenta que al vivir desde ese programa mental estamos alimentando más el sufrimiento y el apego.
"Deseo conseguir un empleo..." "Espero tener unas vacaciones estupendas", "deseo que se valore mi trabajo...", son algunas de las frases que puedes extrapolar a tu situación personal.
Te propongo que construyas tus propias frases utilizando estas palabras: deseo y espero y que a continuación tomes conciencia de ¿dónde estás poniendo el foco de acción? ¿qué ocurre si el "objeto de deseo", no llega a materializarse? Seguramente la frustración, el miedo, la inseguridad empiecen a tomar protagonismo, dejándote a ti como actor/actriz secundaria.
Por el contrario, vivir desde la confianza, es un acto de valentía propio de las personas con un alto de grado de autoconocimiento, con la capacidad y el coraje de soltar cualquier tipo de expectativa sobre el resultado y por consiguiente vivir y disfrutar el proceso y momento presente.
Vivir desde la confianza, es tener la plena convicción de que lo que te está ocurriendo es exactamente lo que tienes que experimentar para seguir aprendiendo y evolucionando.
Vivir desde la confianza, es creer en ti y en la vida, tomar conciencia de que eres un ser especial con unas grandes habilidades y talentos que te hacen único para encajar en este puzle que llamamos vida.
En definitiva, cuando te sitúas en el estado emocional de la confianza, VIVES, y cuando te acomodas en el deseo y la expectativa: SOBREVIVES, y el motivo de esta sutil diferencia es que en el primer caso fluyes con tus emociones, las identificas, y las aceptas y en el segundo luchas contra ellas, apoderándose de ti y creando insatisfacción permanente.
Así que tú eliges, ¿confías o esperas?
Ruth Alonso, Coach experta en relaciones e inteligencia emocional